20.7.12

Pelos





Tiene poco más de cincuenta años, el marido y los hijos militan en La Cámpora, pero ella se declara  comunista a muerte.  No leyó a Marx; pero bien sabe su carne de qué se  tratan la explotación laboral, el patriarcado y la lucha de clases. Lo sabe porque desde chica friega la basura ajena.
Posee una única gracia: su larga cabellera, contenida en una prolija trenza.

Un día llega fuera de programa a traerme un encargo de costura.  Su aspecto ha cambiado por completo: parece una adolescente.  Le divierte mi asombro.

Me cuenta que la tarde del gran salto había discutido amargamente con su marido y su hija. Que se fue de la casa a ventilar su furor. Que decidió visitar a su mejor amiga y no la encontró. Que recorrió cuadras desconocidas hasta toparse con el aviso de la vidriera: “Compro pelo para pelucas”. Sobre las cabezas inalterables las había rubias y rojizas, pero ninguna oscura.  Miró el reflejo de su rostro despejado y sintió la fuerte presión del cabello tirante en la nuca. Antes de entrar, soltó las amarras que lo apresaban.   Era la hora del almuerzo y el peluquero estaba solo.
¿Cuánto me paga por esto? le preguntó, sin vueltas,  enarbolando su mata salvaje y densa. 250,  dijo él. Hecho, le respondió ella.  Y se entregó al obrar de esas manos desconocidas.

Era la primera vez que alguien le lavaba el cabello desde que era niña. Su madre tenía poca paciencia a la hora de desenredarlo. Cuando asomaba a la pubertad,  su hermana dispuso sin su permiso venderlo, la rapó y se quedó con la ganancia. Con mi pelo no se mete nadie, nunca más, se juró la ultrajada, mientras lloraba de  impotencia. Hasta ese día.

Sobre las baldosas blancas, mechones de penas y sueños rotos por fin la abandonaban.
Había alcanzado la libertad, pero ¿podría soportarla?
¿Y ahora, qué? le pregunto.  ¿Ahora?  voy una vez por mes para mantener el corte, me contesta,  y se ríe con ganas.



(a la imagen la tomé del blog The Doll Workshop).

5.7.12

Constantin´s Dream, de Patti Smith

Un poema impresionante de la multi-artista Patti Smith contenido en su último disco, Banga, traducido bellamente para nosotros por el escritor Martín Cristal (autor de libros hermosos como su reciente novela Las ostras, entre otros, y factotum del blog de lecturas El pez volador, que les invito a recorrer).



“Constantine’s Dream” en  Banga (2012). Traducción: Martín Cristal.
 _________

EN AREZZO, tuve un sueño
con San Francisco, que se arrodillaba y oraba
por los pájaros y las bestias
y por toda la humanidad

Durante toda la noche me sentí atraída por él
y lo escuché llamar
como un himno distante

Dejé el silencio de mi habitación
bajando las antiguas piedras lavadas con el amanecer
y entré en la basílica que llevaba su nombre
al ver su efigie, bajé la cabeza
y mi corazón acelerado le entregué
a él
me arrodillé y oré
y el descanso que no pude encontrar en la noche
lo encontré a través de él

Vi ante mí el mundo de su mundo
los campos brillantes, pájaros en abundancia,
toda la naturaleza sobre la que él cantó
cantando sobre él,
toda la belleza que lo rodeaba mientras caminaba,
su naturaleza, que era la Naturaleza en sí,
y lo escuché
lo escuché hablar
y los pájaros cantaron dulcemente
y los lobos lamieron sus pies

pero no pude entregarme a él
sentí otra llamada de la basílica en sí misma
la llamada del Arte, la llamada del hombre
y la belleza de ese material me arrastró lejos
y desperté, y contemplé sobre la pared
El Sueño de Constantino

La obra de Piero della Francesca
que estuvo parado donde yo estuve parada
y que con su pincel pintó La Leyenda de la Vera Cruz
y tuvo la visión de Constantino,
avanzando para encontrarse con el enemigo
pero, mientras cruzaba el río,
un miedo desacostumbrado le aferró las entrañas
una anticipación tan abrumadora que se manifestaba en ondas

Durante toda la noche
un sueño se arrastró hacia él como el avance de una cruzada
durmió en su tienda, en el campo de batalla
mientras sus hombres permanecían de guardia
y un ángel lo despertó
Constantino, dentro de su sueño, despertó
y sus hombres vieron una luz pasar sobre la cara del rey
el rey preocupado
y el ángel vino y le mostró
el signo de la verdadera cruz en el cielo
y sobre él estaba escrito

con este signo vencerás

En la distancia
las tiendas de su ejército estaban iluminadas por la luna
pero otro tipo de radiación iluminaba la cara de Constantino
y en la luz de la mañana
el artista, viendo que su trabajo estaba terminado, vio
que era bueno

con este signo vencerás

Dejó caer su pincel y entró en un sueño propio
y soñó con Constantino, que llevaba a la batalla, en su mano derecha
una única, pura e inmaculada cruz blanca
Piero della Francesca, mientras pintaba la pared con su pincel,
se llenó de sopor
y cayó en un sueño propio
y desde la geometría de su corazón lo planeó todo:
vio surgir al rey, vestido con su armadura,
listo sobre un caballo blanco,
una inmaculada cruz blanca en su mano derecha,
avanzó hacia el enemigo
y la simetría, la perfección de sus matemáticas,
causaron la dispersión del enemigo
¡agitados, rotos!
huyeron

Y Piero della Francesca, despertándose, gritó:
¡Todo es Arte! ¡Todo es Futuro!
Oh, Señor, déjame morir en el reverso de la aventura
con un pincel y un ojo llenos de luz

Pero mientras envejecía
La luz fue esquilada de sus ojos
y cegado, se recostó en su cama
en una mañana de octubre
de 1492
y susurró
Oh, Señor, déjame morir en el reverso de la aventura
Oh, Señor,
déjame morir en el reverso de la aventura
Oh…

Y a un mundo de distancia
(un mundo de distancia)
en tres grandes barcos
la misma Aventura, como para responderle,
va tirando hacia el Nuevo Mundo
y hasta donde sus ojos pueden ver
(ya no están más ciegos)
todo es naturaleza
virgen
hermosa, hermosa
de tal manera que
hubiera elevado el corazón de San Francisco
hasta el reino del amor universal

Colón puso un pie en el nuevo mundo
y atestiguó esa belleza virgen
todas las delicias ofrecidas por Dios
como si el Edén en sí fuera una mujer
que le hubiera abierto su corazón a él
y que hubiera abierto su vestido
y que todos sus frutos
se los hubiera dado a él

Y Colón, tan abrumado
cayó en un sueño propio
y todo el mundo en su sueño
toda la belleza
toda la belleza entrelazada con el futuro
el siglo veintiuno
avanzando como el ángel
avanzando como el ángel
que había venido hasta Constantino
Constantino en su sueño
¡oh, ésta es la cruz que has de cargar!
¡oh, Señor!
¡oh, Señor, déjame llevarle
santificada aventura a toda la humanidad!
y en el futuro
¡oh, Arte!, gritó el pintor
¡oh, Arte, oh, Arte!, gritó el ángel
Arte, el gran regalo material para el hombre
Arte que ha negado
las humildes razones de San Francisco
oh, tú, Artista,
todo se desmoronará en polvo
oh, tú, ¡Navegante!
el terrible final del hombre:
¡éste es tu regalo para la humanidad!
¡ésta es la cruz que has de cargar!

Y Colón vio toda la naturaleza en llamas
la noche apocalíptica
y el sueño
del rey preocupado
disuelto
en luz




1.7.12

Didascalia (apuntes para un teatro de la memoria)







Migrar del personaje (su parlamento, su máscara).
Ser parte del coro, de la platea, de los iluminadores, de los tramoyistas. Confundirse (fundirse con ellos).
Perpetrar el apagón para oscurecer, desdibujar; es propicio, como dicen los chinos en el libro de las mutaciones. Es propicio, estropicio. Estropear la obra, interviniéndola. Sacarla, salirse de libreto. Noche y sonoridad, lo que acontece.
Nadie contesta las preguntas, nadie se traviste, nadie aplaude en la obra que se va haciendo. No hay actos, no hay cierre. El público (que es decir, el actor, el técnico, el director; que es decir, el personaje), puede irse cuando quiera, y volver cuando lo desee. La memoria se presenta como una sucesión de voces en off que intercambian sus roles sin previo aviso.  Se escuchan frases cortas y monosílabos que perviven como residuos atómicos de lo que fue alguna vez la comunicación entre los hombres.
A tientas deambulan, fantasmales, tratando de construir una lengua nueva para los oídos, nacida de la perplejidad y la intemperie.