28.6.13

Un poema de María Negroni





 LA CIUDAD NÓMADE 

Como si de tanto ser abril, abril se esfumara.
Y yo, esa mujer cansada, sin saber
qué hacer con tanta huida,
dónde esconder las armas del exilio y la astucia.
Al entrar, primero a un corredor
y luego a un patio cuadrado y generoso,
alcanzo a ver al hombre que tal vez me enseñe a amar.
Por un beso,
recogería ese umbral,
ese cielo más hondo donde sueñan sus labios,
abrazaría mis lágrimas futuras,
esta penosa vida que me avanza.
Pero no me detengo,
el patio hierve: unos jóvenes corren,
un auto frena en seco,
rugen ametralladoras, la noche clandestina,
hay un algo de nupcias con fantasmas,
de cita cantada.
De pronto, dice una voz a mi lado:
—Córrete para atrás que ahí viene la ciudad.
Veo que la ciudad se acerca
y pasa por delante como si fuera un río.
Una novia clara.
Transcurre, de izquierda a derecha,
lentamente,
con su perfil de almenas y de lumbre.
Alborozada, me pregunto por dónde he de cruzarla.


MARIA NEGRONI

1.6.13

¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?



Se anuncia la edición de un libro del filósofo español Manuel Cruz, dedicado íntegramente a mapear (y discutir) las reflexiones de distintos pensadores que en el tiempo han rondado el problema del amor (Amo, luego existo, editorial Eudeba). Problema en tanto la naturaleza del sentimiento es cambiante, en función de las variables sociales, económicas, históricas que configuran a los sujetos de cada tiempo. Al respecto, recordé  un hermoso libro de entrevistas a historiadores que abordaban ese seguimiento, desde el neolítico hasta las últimas décadas.  (La más bella historia del amor, Paidós).

¿De qué hablamos cuando hablamos de amor? se preguntaba en uno de los títulos de sus inquietantes relatos  el estadounidense Raymond Carver. (un cuentazo, si quieren leerlo, va una versión
http://teecuento.wordpress.com/2009/08/18/de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-amor-r-carver/)

Aquí, un par de ¿respuestas? que me interesaron de la reseña que la revista Ñ publicó en su edición de hoy.

Según Spinoza (el gran Baruch/ Benedicto / Bento) "lo que está en juego en el amor es la satisfacción de una serie de necesidades profundas del yo. Acaso lo que prueba la pareja inesperada o sorprendente es que uno nunca termina de conocerse del todo a sí mismo". 

La filósofa alemana Hannah Arendt recelaba sobre todo de quienes en el fondo pretendían introducir lo amoroso en la esfera de lo político con la inconfesada intención de sustituir el debate racional por la movilización emotiva... "no "amo" al pueblo judío en ninguna instancia suprapersonal de la misma escala (escribe a Gershom Sholem, el también amigo de Walter Benjamin)... porque sólo se ama a personas concretas... la política tiene que ver con el interés (de inter-esse); entre los amantes no hay "inter", son pura continuidad...".


*las gráficas: 1) fotograma de "El romance del Aniceto y la Francisca" (la gran película del gran Leonardo Favio).
2) "El amor" óleo de Pedro Pont Vergés.