12.11.12

Lectores liebrescos


Los amigos del Club de Lectura Las Liebres, que funciona todos los miércoles a la tarde en la hermosa casa de Nueva  Córdoba que alberga al Instituto Goethe, resumieron con las palabras que siguen un encuentro sensible y profundo al que fui invitada como escritora.
Pocas veces se tiene la oportunidad de asistir al nivel de preguntas y la calidad de diálogo que entablamos esa tarde de octubre, con Liza Daveloza, Pablo Brega y Lucía Malvido, al que se sumaron lectores habitués del club y mis amigos escritores, Rosanna Nelli y Carlos Garro Aguilar, y por supuesto, mi compañero Ricardo Sarnago, que me banca en todas.
Un recorrido en el tiempo y tempo de las historias familiares, las búsquedas, las pasiones que han orientado una vocación felizmente temprana. Los viajes, la experimentación de distintos lenguajes artísticos, la marca de la extranjería, la impronta de la formación académica, la política...
Se vive en el presente de lo escrito, entonces muchas veces perdemos perspectiva del camino recorrido.
Me sorprendí descubriendo abordajes que no había pensado. Siendo descubierta en ellos, una escritura mía.
Y en los hilvanes que trazan las lecturas que llegaron para quedarse.

Aquí, la síntesis:


Hoy recibimos la visita de Andrea Guiu en la madriguera de Las liebres. Fue un hermoso encuentro y agradecemos a todos los que asistieron, así como a la autora por compartir con nosotros su obra, sus impresiones e inquietudes: fue un gusto conocerte.

Algunos de los autores y obras que saltaron en la conversación fueron:

Constantino Kavafis y su famoso poema El viaje a Itaca.
El poema épico La Od
isea, de Homero.
La novela Los pasos perdidos, de Alejo Carpentier.
El cuento El matadero, de Esteban Echeverría.
La obra del filósofo Jacques Derrida.
La obra narrativa de Julio Verne.
La obra de Macedonio Fernández, Rodolfo Walsh, Abelardo Castillo, Ricardo Piglia, Witold Gombrowicz, y los escritores en lengua inglesa Claire Keegan, Margaret Atwood, Tristan Egolf.
La novela La pasión según G.H., de Clarice Lispector.

Se mencionó el trabajo de los grandes dibujantes argentinos como Alberto Breccia y El Tomi Müller.
También se habló de los filmes Un año con trece lunas, de Rainer Fassbinder y Figuras de guerra, de Sylvain George.

Conversamos acerca de la peripecia, la marca que deja el camino en quien lo recorre, la relación que esta suerte de estructura narrativa tiene con el proceso creativo. De cómo el arquetipo asiste a la creación, como una forma sucesiva y recurrente, casi como si -en vez de caracteres- las historias empapelaran los roles susceptibles de darse a los actores.
Hablamos de la familia, la transmisión, la herencia. Cómo el lenguaje y la voz propia de un autor, su estilo, está atravesado también por lo o los que estuvieron antes en el tiempo.

Sobre la experiencia de escribir, investigar, editar y trabajar en grupo, del trabajo de Andrea en la revista Tramas -para leer la literatura argentina-.

Una vez más nos encontramos conversando sobre la guerra, sobre la muerte, la emigración y el retorno, las armas. Sobre la naturaleza de la obra creativa y si ésta existe como principio, medio o fin. Sobre la cualidad opaca del lenguaje. Sobre la lectura en voz alta como una especie de instrumento de comprensión orgánico. Sobre el placer de reunirnos en torno a ella.

Enhorabuena >:B