25.9.18

Diarios de exilio, de Yannis Ritsos



1 DE NOVIEMBRE

La niebla tiene alas negras igual que grajillas
la niebla no tiene ojos
su ceguera busca nuestros ojos, nuestros bolsillos
como un viejo adivino la mano.

No podemos ocultar nada más.
Aquí las cosas dejan su interior afuera
como un calcetín sucio que nos sacamos antes de ir a dormir
y los pies quedan desnudos y las caras también.

Día a día hablamos más en singular.

Cada sombra tiene la forma de un recuerdo
pero la sombra de la mano invisible de la madre
toma la forma de las voces que no se oponen a ti
se convierte la taza, el café, un pedazo de pan, el termómetro
incluso la máquina de afeitar junto a vaso en el pequeño espejo.

Las lámparas de la habitación son dos.
Limpiamos los cristales con diarios
tú uno, yo otro _hoy es día de servicio.

Nuestros movimientos son casi idénticos.
No nos miramos.
Disfrutamos esta semejanza.
Observamos por la ventana el cielo perdido en la niebla.
Todas las cosas, entonces, tienen la forma de lo eterno.

Y. Ritsos (Traducción de Natalia Figueroa. Cuadro de Tiza. Santiago de Chile)